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8 de setembre del 2011

Diario de un vampiro: Bill Kaulitz - 8 de Septiembre


Hoy si que me he levantado antes que el despertador. Como tenía puesto un CD de MEtallica, lo puse a todo volumen y de repente escuché:
- ¡¡METALLICA!!
- ¡Buenos días Gustav! - dije bajando el volumen del despertador.
Fui a preparar el desayuno. Ese día hize algo especial: Napolitanas que, en lugar de tener la forma cuadrada, tenían la forma del nombre de Metallica.
- ¡Que buena pinta tiene eso! - dijeron Tom, Georg, Carlos, David y Elisabeth.
- Es algo especial para este día tan especial para Gus. Recordad que nos hemos olvidado de su cumpleaños.
Cuando estábamos todos sentados, apareció Gustav.
- ¡Buenos días a todos! - dijo feliz, cómo si hubiera visto un concierto de Metallica la noche anterior.
- Buenos días Gustav - dijimos todos a la vez.
- ¿¡Sábeis que día es hoy!?
- ¿El día en que me acosté con la chica número 10.000 el año pasado? - dijo Tom.
- ¿El día que fundásteis la banda antes del contrato de Universal? - preguntó David.
- ¿El día que murió mi tortuga? - añadió Georg.
- ¿El cumpleaños de Scotty? - dije -. Ah, no. Este es el mes que viene.
- ¿El día que cayó el muro de Berlín? - preguntó Carlos.
- No eso es en Noviembre - le dije a Carlos.
- ¿Hay un concierto de Metallica hoy? - le preguntó Elisabeth.
- No es nada de eso - dijo Gustav -. Es algo sobre mí.
- ¿La primera vez que te acostaste con una chica? - dijo Tom.
- ¿La primera vez que tocaste una batería? - añadió David
- ¿El día en que te regalaron tu perro? - dijo Georg.
- ¿Tu primer concierto de Rock? - añadí.
- ¿Tu primer beso? - dijo Carlos.
- ¿La primera vez que fuiste a un concierto de Metallica? - preguntó Elisabeth.
- ¿Os habéis olvidado de algo tan importante? - dijo Gustav triste -. Gracias por el desayuno. Me llevaré unas cuántas.
- ¿Adónde vas? - le pregunté.
- A visitar algunos clubes de fans. Seguro que ellas sí se acuerdan - Gustav salió por la puerta cabizbajo.
- Me da pena - dijo Carlos.
- Teníamos que hacerlo - le dije -. No podemos permitir que Gustav se entere de esto. ¡Cómo en mi fiesta!
- ¿Tenían preparada una fiesta sorpresa? - se sorprendió Tom.
- Este año sí - dijo Georg -. Bill se enteró cuando estaba en shock por haberte olvidado de vuestro cumpleaños.
Después de ese incidente, fuimos a preparar la fiesta en el jardín.
- Un poco más arriba esa pancarta, Jus - le dije a Justin.
- ¡Sí!
- ¿Le doy un poco más de cuerda? - dijo Taylor.
- Sí, mejor.
- Hola - dijo Billy haciendo acto de presencia.
- Hola Billy - le dije -. Te estaba esperando para montar el escenario.
- Un momento, tengo que hacer una cosa - se dirigió a Carlos, que estaba preparando las mesas -. Esto es para ti. Es la rosa más hermosa que ha crecido en el jardín desde que te fuíste.
- Gracias. Realmente es hermosa - dijo Carlos ruborizado.
Billy sonrió y vino a ayudarme. Unos minutos después, Georg apareció y me dijo:
- Bill, han venido las presidentas de los clubes de fans por los que ha pasado Gustav. Quieren hablar contigo
- Ya voy.
Fui a la puerta principal con Georg y vi a un centenar de chicas.
- ¿Todas sois presidentas de clubes de fans? - les pregunté.
- No todas - se adelantó una de ellas -. Algunas sólo nos acompañan porque queremos saber porque os habeís olvidado del cumpleaños de Gustav.
- Le estamos preparando una fiesta sorpresa y no queremos que lo sepa, por eso hemos hecho ver que se nos ha olvidado.
- ¿Enserio? La verdad es que sospechabamos algo así y hemos traído unos regalos para él que no le hemos dado cuando ha venido.
- Vale. Dejad los regalos en montones con un cartel que indique de qué club de fans és. Venid.
Las llevé al jardín y les dije dónde dejar sus regalos. Después me despedí de las chicas no sin firmarles antes un autógrafo a cada una y hacerme una foto con cada chica. Después volvía montar el escenario. De repente mi móvil sonó:
- ¿Diga?
- Señor Kaulitz, soy Arnold. Tengo un problema.
- ¿Qué clase de problema? ¿Huelga de controladores aéreos?
- No señor, mucho peor. La pista está inundada, no podemos despegar.
- Eso sí es un problema. Avísame si podéis despegar.
- ¿A la hora que sea?
- Sí, la que sea.
- Vale señor, adiós.
- Adiós.
Colgué y les comuniqué a los chicos el problema. Aún así, seguimos preparando la fiesta. Eran las siete de la tarde cuando Arnold me llamó diciéndome que ya podían despegar. Los invitados ya estaban allí, sólo faltaba el protagonista.
- ¡Voy a buscar a Gustav! - dije a todos los presentes por el microfóno -. ¡Una fiesta no es una fiesta si el protagonista no está aquí!
Salí de la casa y cogí mi Harley Davidson y dos cascos de moto. Fuí al parque y lo encontré en los columpios.
- ¿No piensas volver a casa? - le pregunté.
- ¿Para qué? Nadie se ha acordado de mi cumpleaños.
- ¿Realmente crees eso? Ven, tengo que enseñarte algo que seguro te va a gustar.
Llevé a Gustav a casa y, cuando llegamos al jardín:
- ¡SORPRESA!
- ¿Habeis estado preparando todo esto? - dijo Gustav.
- Aún queda una cosa - le dije y silbé.
- ¡Ya estamos aquí! - James y el resto del grupo de Metallica apareció por la puerta que daba al jardín.
- ¡No puede ser! ¡ Es Metallica! ¿Cómo lo has conseguido? - me dijo Gustav.
- Tiene sus propios contactos - James me acarició la cabeza cómo si fuera un niño pequeño -. ¡A tocar chicos!
Y así todos terminamos bailando a ritmo de Heavy Metal. A mitad de la fiesta, alrededor las diez de la noche, llegó otro elemento importante.
- ¡Gusiluz! ¡Hijo mío! - dijo la madre de Gustav después de abrazar por sorpresa a su hijo.
- ¡Mamá! ¡No me llames así, sabes que lo odio! ¿Cómo has venido? ¿No estaba el aeropuerto inundado?
- Tú lo has dicho, "estaba" inundado.
- ¿Entonces has podido venir porque han sacado el agua?
- Exactamente.
- Bueno - dije -, ya que las dos sorpresas que te tenía preparadas han aparecido, ¿Porque no soplas las velas y abres tus regalos? Las fans de los clubes de fans tanbién han traído.
- No creo que pueda terminar hoy de abrirlos.
- Tranquilo, tenemos hasta el amanecer - le dijo Billy.
- E incluso un par de días si se hace muy largo... - dijo Lars Ulrich, el baterista de Metalllica.
- ¿Puedes enseñarme a tocar la batería como tú? - le preguntó Gustav a Lars.
- Te doy mi móvil, quedamos un día y te enseño.
- Si - dijo Gustav victorioso.
Gustav sopló las velas y, mientras todos comíamos el pastel que había traído su madre como regalo, empezó a abrir regalos, empezando por fans. La mayoría eran cartas y fotos, pero una le regaló algo que no esperaba:
- Este paquete es un poco grande - dijo James.
- Vamos a ver que hay dentro - Gustav abrió el paquete y se encontró con una figurita suya hecha con cerillas.
- Aquí hay una nota - dijo Georg, cogiendo la nota de dentro de la caja.
- A ver - Gustav leyó en voz alta la nota:
"Querido Gustav, me llamo Dayanne. 
Para empezar siempre te he amado, y por eso quiero regalarte esta prueba de mi amor. Está hecha de cerillas. Siempre se me ha dado bien hacer cosas con cerillas y palillos. Mantenla alejada del fuego o se encenderán todas y cada una de las cerillas y se estropeará. Te dejo mi email y mi móvil por si algun dia quiere contactar conmigo. 
Dayanne."
- Que cosa más tierna - dijeron los cuatro miembros de Metallica a la vez que les salían lágrimas de los ojos. 
La verdad es que todos estábamos llorando, incluso Gustav. Una fan le hizo un regalo en el que depositó su corazón, dejándolo en manos de ese amor imposible que ella ama tanto.
- Snif - ese sonido lo hizo Tom.
- ¿Tom, estás llorando? - le pregunté.
- No - dijo Tom antes de girarse hacia mí -, sólo me sudan los ojos.
- Es tan tierno que incluso un mujeriego como Tom ha llorado - dijo Lady Gaga.
- Yo también he llorado - dijeron Rafa Nadal, Gerard Piqué, Pau y Marc Gasol, Ricky Martin, entre otros. Muchos lloraron esa noche por la nota de esa fan.
Cuando todos nos calmamos, Gustav siguió abriendo regalos. Ahora les tocaba a los de los famosos.
Esa noche Gustav recibió varias pelotas de fútbol firmadas por los jugadores de los equipos correspondientes y su entrenador. También camisetas de diferentes grupos y artistas. Los tenistas le regalaron un juego de raquetas y pelotas de tenis, además de una red. Después de todos los famosos, llegó el turno de los más raritos, los cantantes y algunos actores.
- Este es de Madonna - dijo Gustav antes de abrirlo. Les había pedido a los famosos que pusieran sus nombres en los regalos.
- Ya verás cómo te gusta - dijo Madonna.
- ¿Una maqueta de una bateria?
- Y es totalmente funcional. Intenta tocar algo con ella.
Billy y yo no pudimos resistir la tentación y empezamos a tocar la bateria. 
- Realmente funciona - dijo Gustav.
- Ahora el mío - Shakira puso su regalo encima de las piernas de Gustav.
- Vamos a ver... ¡Unos auriculares con mi foto! ¿Dónde te han hecho esto?
- Tengo mis contactos.
- Me toca a mí - dijo Rihanna dándole su regalo a Gustav.
- ¿Otros auriculares?
- No, son unos tapones para las orejas en forma de auriculares y con el símbolo de tu banda.
- Vamos a probarlos - Gustav se puso los auriculares.
- Muy bien... ¡¡¡¡GUSTAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAV!!!! - grité con la misma intensidad que el volumen de los conciertos.
- ¿Decías algo Bill? - me preguntó Gustav quitándose los auriculares.
- Nada, son muy chulos. Y te aíslan bastante bien de elementos externos.
- Ahora yo - dijo Beyoncé.
- A ver... ¡Unos palillos chinos en forma de baquetas!
- No son chinos, son japoneses. En Japón son mas frikis.
- Me toca - dijo Lady Gaga.
- Es un poco grande... ¿Un perrito de tres cabezas?
- Resulta que mi perra dió a luz a este pequeño. Seguramente eran tres y se juntaron cuando los otros dos iban a morir. Lo llevé a revisión al nacer. Está sano y tiene un estómago tres veces más grande del normal.
- Lo llamaré...
- ¡Cerbero! - dije -. El cerbero es un perro de tres cabezas que guarda la entrada al reino de la muerte. Es un ser mitológico griego.
- De acuerdo Bill - dijo Gustav -, se llamará Cervero.
- Ahora se lo daré yo - dijo Billy.
- Este papel es de una tienda de discos... ¡Es la edición limitada de Metallica que salió el otro día! Pero si ya no quedan, ¿cómo...?
- Bill me llevó a una tienda y resulta que les quedaban cinco.
- ¡Que suerte!
- Bien, nos toca a nosotros - dijo James -. El nuestro es esto - le entregó un sobre.
- ¡Es un pase VIP! ¡Y no para un concierto, sinó para todos los que hagáis en cualquier parte del mundo hasta que os retireis!
- Y podrás tocar mi bateria en algun concierto si quieres - dijo Lars.
- Es el mejor regalo que se me podía hacer. Ahora les toca a...
- Nosotros no te hemos comprado un regalo - dijo Georg.
- ¿Qué? ¿Porque?
- Porque nuestro regalo... -dijo David.
- ... es esta... - siguió Carlos.
- ... ¡FIESTA! - dijimos Tom y yo a la vez.
- ¡Gracias chicos! - dijo Gustav emocionado.
La fiesta siguió hasta el amanecer.
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Y este es el especial del cumpleaños de Gustav. Feliz cumpleaños Gusiluz!!!!! XD


Bill.